viernes, 22 de mayo de 2015


El bueno de Andrés

            No me gusta hablar de las personas individualmente ni contar historietas sentimentales ni nada por el estilo. Sin embargo, hoy quisiera hacer una excepción con la única intención de colaborar a acercarnos, al menos un poco más, a la realidad.  Desde ahí, tal vez nos sintamos tocados por el noble deseo de cuestionar nuestras formas de vida, el sistema que nos engloba y configura, sus consecuencias, sus causas. No basta con dejar que nuestro corazón se encoja unos instantes de vez en cuando, quejarnos y echar balones fuera, ante escenas como las que estos días nos presentan por TV: miles de personas desesperadas, abatidas, abandonadas, entregadas a las garras del monstruo marino, ante la indiferencia de los dirigidos - que no de sus dirigentes - y la ignorancia a la que sometemos a sus hermanos hambrientos y empobrecidos.
            Andrés no es uno de esos. Es un chaval a quien en la misión conocemos muy bien, pues su casa (?) se encuentra justo enfrente de la nuestra. Prácticamente ha crecido entre nosotros, aquí correteaba, jugaba, veía la tele, estudiaba, etc., pero nunca molestaba. Era, como decimos por Asturias, muy buenín. Y no por que su ambiente familiar le fuera favorable, ni mucho menos. El último de una larga familia, con un padre cogido por el alcohol e incapaz de hacer absolutamente nada, sus hermanos, ya fuera de casa, cada uno a su aire, y de sus hermanas, más vale no hablar. La única que se desvive por sacar todo adelante, es la madre y no precisamente de la mejor manera, sino fabricando, al estilo casero, bebida bien alcoholizada, para goce y disfrute, no sólo de su propio marido, sino de un grupo de locuelos que nos dan la tabarra todos los viernes.
            Bueno, en la familia hubo una excepción, uno de los hermanos. Este logró estudiar y se hizo guarda forestal (cuerpo paramilitar aquí). No le conocí, pero parece que su comportamiento era bastante normal. Y digo esto, por que muchos de ellos están mezclados con la mafia que arrasa nuestros bosques, para beneficio sobre todo de China, otro de los grandes depredadores de nuestro continente.
            El hermano forestal era la gran esperanza para que Andrés pudiera ir a la universidad y así satisfacer su gran pasión, la técnica de la difusión televisiva. El mundo de la técnica informática le atraía locamente, locura que sufrieron algunos de mis móviles y hasta mi propio ordenador. Pero sucedió lo peor. Por causas que aún no se conocen (pero que uno se puede imaginar), un día el bueno de su hermano apareció brutalmente asesinado, y lo posible cambió de rostro, y la realidad mostró de nuevo su lado más cruel.
            Pero, Andrés no se desanimó. A comienzos de septiembre último, estando yo aún por España, me llamó por teléfono diciéndome que quería ir a la universidad, que había logrado reunir un dinero entre sus familiares y que si yo le podía completar el resto. Por mi parte, lo primero que hice fue recordarle que una cosa era la misión y otra mi persona, que la primera tenía sus criterios y yo los míos personales, y que, aún siendo los dos favorables,  la empresa no era nada fácil.  Yo no sé si guiado por un instinto especial que poseen algunos empobrecidos, por intuición o por conocer nuestras debilidades, lo cierto es que Andrés también se tiró a su Mediterráneo.
            Y ahí está, remando junto al Atlántico, en Cotonou. El primer año no está siendo nada fácil para él. En medio de un clima humano que no le es familiar, obligado a cambiar la habitación (?) de alquiler por ser cristiano, sin los medios técnicos que sus estudios exigen, privado durante al menos dos semanas de escolaridad por no haber pagado la tercera parte de la matrícula, por que la “vieja” – como él cariñosamente la llama – tuvo que gastar el dinero que le había prometido, en curar su propia enfermedad, renunciando a todas las vacaciones por el coste de los viajes, y a pesar de todo, Andrés no se desanima.
            Para terminar, una pregunta: ¿Porqué los pobres, como Andrés, no se desaniman nunca?
           
           
           

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